La importancia de fomentar el ocio
Cuando se alcanza la edad de jubilación se deja atrás la vida laboral y una gran parte de las horas del día se quedan libres. Es importante para las personas mayores encontrar ocupaciones que llenen su tiempo, pero no por estar ocupados sin más, sino para poder disfrutar de esa nueva etapa de la vida y conseguir una mejor calidad de vida y un mejor estado de salud.
Más tiempo para vivir bien
Afortunadamente, el aumento de la esperanza de vida está haciendo que después de la jubilación se abra un periodo largo y especialmente importante.
A nivel global, la OMS señala que en 2030 la cifra de personas de 60 años o más en el mundo habrá aumentado en un 34% (de 1.000 millones en 2019 a 1.400 millones). Para 2050, la población mundial de personas mayores será más del doble y alcanzará los 2.100 millones.
En nuestro país, a comienzos de 2019 había 9.057.193 personas mayores de 65 años (cerca del 20% del total de la población), con una evolución creciente. De este modo, en 2068 podría haber más de 14 millones de personas mayores (sobre el 30% del total poblacional).
Esto supone que cada vez hay más gente mayor que, además tiene una perspectiva de vivir muchos años (la esperanza de vida en 2020 era de 82,34 años en España, según el INE).
Del trabajo al ocio
Después de la jubilación se inicia un período en el que las ocupaciones de ocio pasan a un primer plano, con una gran disponibilidad de tiempo disponible. De hecho, se da la paradoja de que ni siquiera cuando estas personas fueron niños pudieron tener tanto tiempo para jugar.
En el periodo de vida laboral el trabajo supone algo más que la manera de ganarse la vida. Efectivamente, supone una forma de organizar el tiempo y de relacionarse con los demás, contribuyendo a configurar el concepto de sí mismos y a situarse socialmente. También condiciona y justifica el tiempo de ocio, entendido desde una perspectiva de descanso y diversión.
Cuando este periodo termina, gran parte del tiempo que se dedicaba al trabajo queda libre, por lo que es necesario llenarlo con actividades satisfactorias. En este sentido, la práctica del ocio activo y creativo contribuye al aumento de la satisfacción vital, incluyendo el bienestar físico, psicológico y social.
Fomentar el ocio activo y satisfactorio
Muchas personas mayores pasan largos períodos de tiempo viendo la televisión, jugando a las cartas o acudiendo a algún tipo de espectáculo. Es significativo que en muchos casos, cuando se pregunta a un grupo de personas mayores si volverían a trabajar la respuesta es sí. Esta situación muestra una posible falta de adaptación a la jubilación, junto a un concepto negativo del ocio, que en muchos casos se puede llegar a identificar como actividades para «matar el tiempo”.
Sin embargo, existen otras ocupaciones más activas como el voluntariado social o el ocio creativo en las que la satisfacción que llegan a experimentan las personas que los realizan es muy importante. De este modo, el ocio se debe considerar como una experiencia humana necesaria en sí misma capaz de proporcionar al individuo autorrealización, satisfacción y un aumento en la calidad de vida.
De este modo, el ocio y la ocupación de calidad puede mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen, favoreciendo sus oportunidades de desarrollo para una vida saludable y participativa.
Las investigaciones muestran cómo un ocio activo puede ser beneficioso al mejorar el grado de satisfacción y la autoestima y prediciendo el mantenimiento de la capacidad funcional y cognitiva en las personas mayores, además de incidir en un mejor estado de salud.
De este modo, las relaciones sociales que se establecen a partir de un ocio más activo y colaborativo pueden ejercer un efecto sobre la salud a través de mecanismos psicosociales de diversa índole. Estos efectos beneficiosos sobre la salud pueden ser:
- Fisiológicos (hormonales, cardiovasculares, inmunitarios, etc.).
- Psicológicos (sentimiento de bienestar, autoestima, control, capacidad de adaptación, etc.).
- Comportamentales (hábitos de vida saludables, etc.).
Un ocio activo que promueva las relaciones sociales puede ser un elemento importante que puede ejercer un impacto positivo en la salud y contrarrestar el deterioro cognitivo.
Sugerencias de ocio activo
Diversos estudios muestran la relación entre una vida más activa, incluyendo el entrenamiento y la actividad física habitual y las actividades relacionadas con el ocio activo y un mejor estado de salud.
Algunas opciones de las múltiples existentes incluyen:
- Participar en rutas culturales y viajes activos.
- Participación en proyectos relacionados con la cooperación y el voluntariado.
- Programas formativos para mayores. Nunca es tarde para seguir aprendiendo sobre cualquier tema.
- Talleres y actividades artísticas (pintura, música, teatro, etc.).
- Participación en centros de mayores en los que se promueven múltiples actividades (talleres, deporte, charlas, coloquios, competencias digitales, club de lectura, etc.).
- Actividades deportivas adaptadas a la edad.
En Senniors sabemos lo importante que es estar ocupados de forma activa y satisfactoria, por eso disponemos de servicios como el ‘Ocio en Casa’.
Bibliografía y referencias
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