Nunca es tarde para aprender

16/06/2022

Por senniors

Salud y bienestar de los mayores

Nunca es tarde para aprender

Nunca es tarde para aprender

Solo sé que no sé nada.

Sócrates (s. IV-V a. C.)

Por más años que se cumplan y por mucho que se sepa siempre quedan cosas por aprender. Pero aprender no consiste en crear un acúmulo inútil de información. Al contrario, aprender es una acción sumamente satisfactoria que nos hace estar en contacto con el mundo, con el tiempo actual y que además puede suponer beneficios para la salud, especialmente a nivel cognitivo.

Aprender dentro de un envejecimiento saludable

El envejecimiento saludable se puede definir como el proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar y la calidad de vida durante la vejez. De este modo, el reto está en no solo poder vivir más años, sino que estos estén asociados a una buena salud. Y dentro de estos hábitos saludables, son importantes las actividades que contribuyen a mantener una mente activa. Mantener una mente ocupada y activa, especialmente en las personas mayores, es un elemento que se relaciona con un mejor estado de salud mental y la disminución del riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y otros tipos de demencias. 

De este modo, a falta de tratamientos efectivos, la principal herramienta disponible contra el Alzheimer es la prevención. Dentro de las medidas que se han mostrado más efectivas para preservar la salud del cerebro se incluyen la interacción social y el mantenimiento de una mente activa. Estos dos elementos se pueden conseguir, por ejemplo, realizando actividades grupales de aprendizaje.

Luchar contra los prejuicios

En muchas ocasiones, las personas mayores tienen que hacer frente a los prejuicios que señalan que a partir de cierta edad las personas deben asimilar una actitud más pasiva y dejar de lado actividades como aprender nuevas disciplinas, idiomas o materias para que las realicen “mentes más jóvenes y despiertas”.

De este modo, se acaban utilizando los estereotipos sobre la edad para orientar sus sentimientos y su comportamiento.

Las principales consecuencias de ello es que las creencias estereotipadas sobre el envejecimiento determinan que las personas mayores no estén presentes en actividades públicas, con la consecuente invisibilización y ausencia de participación en la toma de decisiones. Otro ejemplo de ello es la brecha digital que afecta de forma significativa a las personas mayores.

Más tiempo para vivir bien

El aumento de la esperanza de vida está haciendo que después de la jubilación se abra un periodo de la vida ideal para poder aprender todo aquello a lo que no se ha podido acceder durante el periodo de vida laboral.

Efectivamente, cada vez hay más gente mayor con una perspectiva de vivir muchos años (la esperanza de vida en 2020 era de 82,34 años en ambos sexos, según el INE).

Por la disponibilidad de tiempo esta etapa es ideal para aprender. Cada uno a su ritmo.

Fomentar el ocio activo y el aprendizaje

El ocio activo y el aprendizaje pueden mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen, favoreciendo sus oportunidades de desarrollo para una vida saludable y participativa.

Las investigaciones muestran cómo un ocio activo puede ser beneficioso al mejorar el grado de satisfacción y la autoestima y prediciendo el mantenimiento de la capacidad funcional y cognitiva en las personas mayores.

Un ocio activo que promueva las relaciones sociales puede ser un elemento importante que puede ejercer un impacto positivo en la salud y contrarrestar el deterioro cognitivo

Nunca es tarde para aprender

Diversos estudios muestran la relación entre una vida más activa, incluyendo actividad física y actividades relacionadas con el ocio activo y el aprendizaje, y un mejor estado de salud.

Algunas opciones de aprendizaje para personas mayores de las múltiples existentes incluyen:

  • Participar en rutas culturales y viajes activos.
  • Participación en proyectos relacionados con la cooperación y el voluntariado.
  • Programas formativos de múltiples materias académicas (historia, filosofía, matemáticas, física, etc.).
  • Aprendizaje de disciplinas artísticas (pintura, música, teatro, etc.).
  • Idiomas y talleres de escritura.
  • Ajedrez y juegos de estrategia.
  • Informática y nuevas tecnologías.
  • Actividades deportivas adaptadas a la edad.
  • Etc.

¡Que nadie te diga que es tarde para aprender!

En Senniors estamos comprometidos con el aprendizaje en las personas mayores. Por eso ofrecemos servicios como la ‘Estimulación cognitiva’ y el ‘Ocio en casa’.

Bibliografía y referencias

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