Cuidados ELA

Cuidadoras Ámbito Sociosanitario

En Senniors encontrarás cuidadoras cualificadas especialistas en el cuidado de personas con ELA (esclerosis lateral amiotrófica), con amplia experiencia.

Nuestras cuidadoras de personas con ELA cuidarán a tu ser querido con profesionalidad, empatía, alegría, cariño y cercanía. En todo momento serán un apoyo, ayudando al cuidado de tu mayor en un plano físico y emocional.

En Senniors creemos que es esencial prestar un servicio de ayuda a domicilio de calidad, fomentando el bienestar sociosanitario de la persona mayor, al igual que cuidando el aspecto emocional y psicológico del paciente.

Conocemos las dificultades de la ELA, que en un principio suele ser una enfermedad desconocida para la persona que la padece y para sus familiares. Por ello, desde Senniors queremos ayudaros como mejor sabemos hacerlo: ayudando a cuidar a tu familiar y acompañándolo en las diferentes etapas que irá viviendo con la evolución de la enfermedad.

En Senniors tenemos la convicción que nuestras cuidadoras pueden ayudar a una persona con ELA a aumentar su calidad de vida, ayudándola con sus cuidados, con las tareas diarias, estimulándola y brindándole soporte emocional.

Un servicio personalizado, profesional y humano

Estas son las principales tareas que realizan nuestras cuidadoras. Si necesitas otro tipo de cuidados, cuéntanos qué necesitas y nosotros te asesoramos.

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Trabaja de cuidadora

ELA

La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), también es conocida como la enfermedad de Lou Gehrig, de Stephen Hawking o de Charcot. La ELA es una enfermedad neurológica progresiva causada por una degeneración de las motoneuronas superiores e inferiores (las que se encargan de controlar los movimientos voluntarios), produciendo una debilidad muscular. 

Esta enfermedad progresiva del sistema nervioso afecta las células nerviosas del cerebro y de la médula espinal.

La ELA suele comenzar con fasciculaciones musculares y debilidad en una extremidad o con dificultad para el habla. Con la evolución de la enfermedad, la ELA afecta el control de los músculos necesarios para moverse, hablar, comer y respirar. Sin embargo, no están afectadas las facultades intelectuales, los órganos de los sentidos, los esfínteres y la función sexual.

En función del tipo de ELA la edad en la que se inicia la enfermedad puede variar, aunque la edad más habitual de inicio suele ser entre los 60 y 70 años. Su evolución varía mucho entre una persona y otra. Dependiendo del grado de afectación neuronal y de las complicaciones que puedan derivarse, la evolución puede variar.

En la actualidad el tratamiento contra la ELA es exclusivamente sintomático. El soporte no terapéutico se basa en un trabajo coordinado y multidisciplinar entre la cuidadora, logopeda, terapeuta ocupacional, médico, etc.

A medida que la ELA va avanzando, va produciendo complicaciones. Algunas de las complicaciones que pueden aparecer son las siguientes: problemas respiratorios, dificultad en el habla, problemas de alimentación, demencia.

Las cuidadoras profesionales de personas con ELA contribuyen a fomentar la independencia y autonomía de la persona que recibe los cuidados y a incrementar su calidad de vida.

Los síntomas y signos de la ELA varían mucho entre las diferentes personas, en función de las neuronas que se vean afectadas. Algunos de los síntomas y signos que aparecen con más frecuencia son:

  1. Dificultad para caminar.
  2. Debilidad en los pies, tobillos o piernas.
  3. Dificultad para tragar.
  4. Dificultad para hablar.
  5. Dificultad en la realización de actividades normales del día a día.
  6. Caídas.
  7. Calambres musculares
  8. Bostezos, risas y llantos inapropiados.

Las cuidadoras de personas con ELA de Senniors ayudarán a tu familiar con todos sus cuidados, trabajando para mejorar su calidad de vida y para que pueda seguir viviendo en su propio hogar.

La ELA afecta las células nerviosas que controlan los movimientos voluntarios de los músculos. La ELA provoca que las neuronas motoras se vayan deteriorando gradualmente. Cuando las neuronas motoras se dañan, se dejan de enviar mensajes a los músculos y, en consecuencia, los músculos no pueden funcionar.

Algunos factores de riesgo de la ELA son los siguientes:

  1. Factor hereditario: Entre el 5-10% de las personas con ELA la han heredado.
  2. Edad: El riesgo de la ELA aumenta con el paso de los años.

Algunos factores ambientales: fumar, exposición a toxinas ambientales, etc.