¿Cómo adaptar la casa de una persona con dependencia? Guía práctica

Las personas con dependencia pueden vivir en su hogar si así lo desean y sus condiciones de salud lo permiten. 

Ahora bien, si el hogar no se adapta adecuadamente, el día a día puede resultar difícil y, lo que es peor, pueden ocurrir accidentes.

El nivel de adaptación y/o reforma irá en función del grado de dependencia y capacidades de la persona.

La adaptación del entorno en el que se vive y las ayudas técnicas son medidas útiles que pueden paliar o mitigar el grado de dependencia de las personas mayores o con diversidad (funcional, cognitiva, auditiva, visual o de comunicación), haciendo su vida más segura, sencilla e independiente.

Se pueden realizar diferentes adaptaciones en la vivienda con el objetivo de aumentar la seguridad de la misma, facilitando la deambulación, eliminando peligros, disponiendo elementos de seguridad y, en definitiva, incrementando la calidad de vida y la seguridad dentro del hogar.
Si tienes un familiar con dependencia que necesita adaptar su hogar, este artículo te va a ser muy útil.

Adaptando la casa para una persona con dependencia

Vamos a darte una guía práctica sobre las adaptaciones más habituales a realizar en el hogar de una persona con dependencia.  

Pautas generales

• Procurar espacios diáfanos, sin muebles ni objetos que obstaculicen el paso.
• Si la persona usa silla de ruedas, los marcos de las puertas deben ser lo suficientemente anchos como para que pueda pasar.
• Proteger las esquinas de los muebles con protectores acolchados.
• Los suelos deben ser lisos y antideslizantes, y mejor si son de madera. 
• Es recomendable que las persianas se puedan bajar y subir con un mando o interruptor.
• Instalar suficientes puntos de luz. Para la noche, se pueden colocar luces de paso que detectan el movimiento y se encienden automáticamente.
• La persona con dependencia debe contar con un móvil fácil de usar o un teléfono inalámbrico, en el que grabaremos los números de emergencias y contactos importantes. 
• Marcar los interruptores con adhesivo o pintura fosforescente para poder localizarlos a oscuras.
• Si la vivienda está en una zona ruidosa, sería ideal colocar ventanas aislantes. 

Adaptación en el salón

Un salón donde moverse sea fácil y todo esté a mano, será un espacio de bienestar donde pasar cómodamente muchas horas.

• Optar por sillones firmes con reposabrazos, para facilitar que la persona pueda levantarse sin ayuda. Si son articulables, con respaldo reclinable y reposapiés, añadirán un plus de comodidad.
• Las sillas han de ser lo suficientemente altas (unos 45 centímetros); el respaldo debe ser recto y mejor si disponen de brazos para incorporarse. 
• Prescindir de muebles como mesitas bajas, que pueden entorpecer el paso, provocar golpes o tropiezos.
• Las mesas y sillas deben ser estables.

Adaptaciones en el cuarto de baño

El cuarto de baño es uno de los lugares donde más accidentes pueden producirse, por lo que su adaptación debe estar pensada al detalle según las necesidades de la persona.

• Colocar asideros para la ducha y/o el WC, en un color que haga contraste con el de la pared para que sean identificables, y que sean rugosos para facilitar un buen agarre.
• Si es posible, cambiar la bañera por un plato de ducha antideslizante  en el que podemos colocar una banqueta  para facilitar el aseo.
• En el caso de que el domicilio tenga bañera colocar una alfombrilla antideslizante para evitar resbalones.
• Disponer de una alfombra para salir de la ducha.
• La puerta del baño debería abrirse hacia afuera, para que se pueda desmontar desde el exterior en caso de emergencia. 
• Los grifos monomando son más cómodos de usar y evitan torsiones de muñeca.

Adaptaciones en el dormitorio

El dormitorio tiene que ser un espacio tranquilo que ayude a descansar y, si la persona está encamada, ser un lugar lo más agradable posible.

• Lo ideal es que la cama no esté contra la pared y que haya espacio suficiente para pasar a su alrededor. Su altura debería ser de unos 45 cm.
• Es importante que desde la cama se pueda acceder a un interruptor o lámpara, al teléfono y/o al botón de teleasistencia.
• Colocar todo lo necesario (mantas, sábanas, ropa…) en armarios fáciles de abrir y a una altura accesible.
• Una cama articulada ayudará a personas con poca movilidad a sentirse más confortables.
• Si la persona pasa todo el día en cama, cambiar el colchón normal por uno especial antiescaras para evitar ulceraciones.

Adaptaciones en la cocina

Muchas personas con dependencia pueden disfrutar de cocinar, por lo que no hay que olvidar hacer de la cocina un lugar seguro.

• Colocar fregaderos poco profundos, grifos con monomando y con manguera extraíble para facilitar los movimientos.
• Usar vajilla resistente a roturas.
• Hay multitud de accesorios para facilitar tareas como abrir botes, pelar fruta y verdura, etc.
• Usar un carrito para transportar platos calientes o pesados evitará quemaduras y accidentes.
• La cocina eléctrica es preferible a la de gas, ya que es más fácil saber si está encendida.
• Todo debe estar a mano y ser de fácil acceso, no obligando a la persona a estirarse o a agacharse.

¿Qué más debes tener en cuenta a la hora de adaptar la casa para una persona dependiente?

Uno de los aspectos más obvios pero que a veces pasamos por alto es recurrir primero a las soluciones más sencillas. 

Por ejemplo: si la persona no puede subir escaleras y su dormitorio está en la planta de arriba, será más fácil trasladarlo a la planta baja, si es posible, que gastar dinero y hacer reformas para colocar un ascensor.

Las reformas que se vayan a hacer deben acometerse poco a poco, sobre todo si la persona va a estar en la casa mientras se llevan a cabo. 

Siempre hay que explicarle qué cambios se van a hacer y por qué, y no imponer nada que no quiera. Tener en cuenta los sentimientos y gustos personales es vital. Un mueble que a ti te parece un estorbo innecesario, puede tener mucho valor sentimental. Queremos crear una casa segura y cómoda, pero que no deje de ser un hogar.

Adaptando el hogar para lograr más felicidad

Vivir en una casa donde el día a día es seguro y sencillo tendrá un impacto muy positivo para la persona con dependencia, que se sentirá protegida, confortable y tranquila. Además, favorecerá su autonomía, mejorando su estado de ánimo, autoestima y autoconfianza.

Por su parte, los familiares se sentirán aliviados sabiendo que el entorno es seguro y cómodo. 

Sabemos que llevar a cabo algunas de estas adaptaciones no es fácil. 

Si te estás preguntando por dónde empezar, cómo planificarlas o dónde encontrar algunos elementos, ¡puedes contar con nosotros! En Senniors podemos orientarte, ya que somos expertos en cuidados en el hogar para adultos mayores y personas con dependencia.

¡Contáctanos! Estaremos felices de atenderte.